Pronto el camino hacia Nudelot fue conocido como la “Vía de los Solitarios”

Ya en pergaminos posteriores se lo menciona como “El Camino de la Transformación”, no sólo por los rigurosos ayunos a que se sometían a los iniciados sino que, además , debían orar durante todo el camino, para llegar sin lastres o esas costaladas de piedras que solemos cargar en el mundo textil, por culpa de los pecados o de las tentaciones mundanas, de los arrepentimientos evadidos, de esa doble moral que desde siempre se ha manejado de ese caos de valores que nos mantienen delirando entre el bien y el mal, por culpa de su absurdo relativismo circunstancial y que le permiten germinar al viejo hombre, en el seno de esas sociedades decadentes como piltrafas o alimañas;

 

Una de las frases que más impactó a Bífidus , la arqueóloga fue: “Un hombre que no aprende a ver con el alma, nunca conocerá la belleza, será incapaz e indigno…” y gracias a sus investigaciones ha resucitado a Nudelot de sus cenizas.

Nudelot heredó la exégesis espiritual del paraíso y de la palabra divina; interpretó las escrituras escuchando a su límpido corazón y gracias a sus comentarios sin pasión ni intereses torcidos, analizó los textos rescatados, para que todos pudiéramos comprenderlos completamente y poderlos explicar o pregonar, sin tener que dar explicaciones.

El Nudelotense siempre estuvo seguro que su destino era iluminar el camino de los que andaban en la oscuridad; siempre creyó que el amor los preparaba y les regalaba esa confianza para poderse desnudar; para combatir y liberarse de los miedos, de la vergüenza, del sonrojo.

“Las personas liberadas brillan y lucen como esmeraldas al Sol”. Los liberados a partir de la ceremonia de la iniciación, gozaban de una mejor sexualidad o sus relaciones de pareja se hacían más amorosas.

Es Bífidus la que descubre en Floreyna a “la Eva Celestial”, la seráfica mujer paradisíaca que se sacrificó por las almas de sus ángeles. En Nudelot se desarrolla la logia más evolucionada de occidente; se piensa que los morlones, los gnóxtikos, los mexones, tomaron de allí símbolos, rezos y reglas para templar sus espíritus mundanos e impuros.

Para el nudelotense, todo era mente y corazón; siempre pregonó la belleza infinita y cósmica del amor etéreo de las almas puras. Sin un amor universal nunca habrá paz y este postulado debe pasar de generación en generación… hasta que se vaya purificando el pensamiento y los corazones; porque el lenguaje de los pájaros no conoce el fuego, ni el odio del filo de las espadas; todos somos y tenemos que reconocernos como una hermandad única.

El naturismo desnuda al hombre de sus velos y máscaras; “sin una desnudez total, nunca podrá existir sosiego absoluto. Un cuerpo desnudo siempre será el símbolo perfecto de los espejos del alma, de esas voces que se escuchan cuando la naturaleza habla por medio de nosotros”

Los principios nudelotenses pregonaron un mundo o una maravillosa vida en vida y nunca especularon con lo
que no se ve o lo que se cree en base de suposiciones. Nudelot se convirtió en una estación obligatoria para
los místicos que venían de oriente en busca de luz, pero también nos enriquecieron con sus enseñanzas espirituales

Lo que más los sorprendía era la contemplación o adoración del cuerpo desnudo, ese delicioso éxtasis al que los conducía el pensamiento espiritual; esa limpieza interior que se vivía; esa libertad y liberación que se lograba, ya que el mal se esconde siempre bajo los textiles o los hábitos… así intentemos justificarlos con el frío….( continuarà)

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