Los papiros encontrados en las criptas de los monjes nudelotenses nos descubren una de las formas más hermosas de las expresiones de la civilización: Nudelot; donde se escribieron las mejores leyendas del cielo y la tierra que hemos conocido hasta el día de hoy;

En Nudelot encontramos un océano de inmortalidades, de sorpresas; un río de vida y una tierra negada a las tinieblas por la supra conciencia de los llamados “ avestivedicus”; e inclusive, por su extraordinaria longevidad, se llegó a especular que conocían la bebida de la inmortalidad o que Nudelot tenÍa por fuente mayor a “la fuente de la eterna juventud”.

Nudelot gozó de una maravillosa época de peregrinaciones que la enriquecieron en demasía. Como dije anteriormente: no hubo esclavos, ni “vírgenes negras” como se especulaba.

La concepción de un “Mundo Imaginalis” les permitió hacer realidad lo imaginado en este mundo; aunque Nudelot no era más grande que cualquier principado; todos hacían realidad sus visiones o sueños sensuales y por eso, a los historiadores les ha sido difícil separar: lo puro de lo impuro

Los nudelotenses desarrollaron una percepción sensible, imaginativa e inteligente del mundo; por eso los relatos de sus libros, nos han regalado las narraciones más visionarias y fabulosas del pensamiento.

Sus “teozoroastrofarias”, nos regalan los testimonios más hermosos de sus espíritus; ellos mismos nos cuentan, que la tierra de las almas era verde como las esmeraldas, la raza era pura y blancas sus almas; se convivía con la naturaleza de manera perfecta, casi ideal; ese si fue un “mundo feliz”, un perfecto paraíso.

Las conjunciones esotéricas, les permitieron desarrollar un novedoso concepto religioso, un onirismo espiritual.

El Thoracora o “el libro de los esclavos” llegó a confundir a los arqueólogos y demás científicos, hasta que se pudo traducir que eran las palabras para liberar al viejo hombre de las cadenas, de los placeres mundanos; de esos pactos oscuros o ceremonias orgiásticas, que celebraban a escondidas con pecadoras a quienes denominaban: “las vírgenes negras” durante el proceso de desintoxicación;

No era ni nunca será fácil, para los nudelotenses novicios o escuderos, renunciar al aroma de las pieles, al gusto por las carnes lujuriosas, Hoy los “etudiosus de la fe” rescatan las palabras sabias y divinas, de ese “Tremendus Apocalipxis”, que premonitó la resurrección en vida y de la muerte, de la cultura nudelotense.

“Los prophetas” no solo predicaron contra la impureza con una orientación racionalista, sino que estructuraron las bases para engendrar un hombre casi perfecto, gracias a la visión fractal ascética del seudo esoterismo; recurriendo inclusive a las experiencias visionarias de los enfermos mentales; a los delirios esquizofrénicos de los espíritus, poseídos por “el demonio de los impíos”; consideraron todas las posibilidades gnósticas de la imaginación, gracias a todos esos delirios fantásticos.

 

A los enfermos mentales los denominaron: “Los testigos de la verdad”. Solo “Los compañeros de la caverna,” podían descifrar o crear las palabras divinas, para proteger sus secretos; dominaron la escatología de la palabras cristicas de las revelaciones; solo Orantes les facilitó la alquimia espiritual de sus almas con lo mundano; pero fue Mercurios quien purificaba con azufre el oro que circulaba por las venas de los nudelotenses. “todos valemos oro, porque somos agua viva” decía.

Gracias a los papiros encontrados, conocemos y podemos casi revivir las “experiencias visionarias” de los nudelotenses; las luces de los profetas internos de sus seres, esas voces que solo ellos llegaron a escuchar, del mundo de los espíritus y del mundo de los cuerpos; a pesar de las objeciones de los escépticos

Ese es el mundo imaginario del que nos habla el canónigo Teofanías; el alma esta dentro de nosotros y es la conexión entre los dos mundos; el mismo Teofanías nos habla de las “conexiones mentales” y la influencia de los océanos en el espíritu.

Nunca hablaron del día de los muertos, ni de los santos como los “textil Eros”, porque celebraban “El Festival de los Imagínales”. Los nudelotenses no se inmutaron nunca con las formas horribles o repugnantes de los genios y los demonios de los bosques; quizás ese aspecto siniestro, se debe a esa capacidad “ilusionista” o de los ejercicios fantaseadores, para rebuscar respuestas o lograr inmersiones mas profundas, en el mar de la metafísica

“La danza de los cueros al Sol” formaba parte de los rituales, para recuperar a las almas extraviadas en el mundo y esto lo hacían, gracias al poder de la luz imaginativa o de la capacidad creadora de sus almas una vez purificadas.

”Sommelier El Egipcio” era el encargado de catar el vino para las ceremonias o fiestas, porque sin “vino ni mujeres” la vida no tenía sentido para los nudelotenses.”Así como no todas las mujeres son bellas, no todos los vinos saben bien en su compañía”… y Sommelier siempre aconsejaba un sabor o un vino, para cada tipo de comida… en las fiestas intimas en donde el vino se encargaba de desinhibir a los amantes, a veces decía: “… y pensar que mientras se ama, hay personas que solo piensan en el trabajo y en hacer riquezas… el tiempo del amor, solo debe ser del amor”.

Hector Cediel Guzman
El poeta cedielus

hectorcediel@gmail.com