El 3 de marzo, la BBC emitió en el veterano programa Horizontes un documental titulado "¿Cuál es el problema con la desnudez?"
En dicho programa se somete a ocho voluntarios que nunca habían se habían desnudado en público a una serie de experimentos en desnudez para medir sus reacciones, lo realmente sorprendente es que después de 48 horas estos estaban tan cómodos desnudos como si fueran nudistas de toda la vida.
En el programa también se explora por qué somos unos mamíferos desnudos (sin apenas pelo). Tratan de responder por qué los seres humanos perdieron su pelaje y cuándo.
Según los científicos la falta de pelo nos supuso una gran ventaja evolutiva al salir de los bosques tropicales y empezar a colonizar la sabana, podría parecer una paradoja, ya que el resto de los mamíferos usan el pelo precisamente para protegerse del sol, sin embargo la falta de este y la posición erguida hace que el sudor sea mucho más eficaz a la hora de regular termicamente nuestros cuerpos, lo que nos permitió el lujo de tener unos cerebros más grandes y por tanto lenguaje, cultura, herramientas, música, arte, etc... se podría decir que dicha desnudez nos hizo humanos.
También teorizan sobre la razón por la que se mantiene el pelo en algunas zonas. O cuando y como comenzamos a usar ropa. En otra sección del documental se habla de como determinar el género de otra persona sin tener que ver sus genitales.
Hay algunas incoherencias en el documental. Por ejemplo, cuando tratan de explicar la vergüenza que sienten los seres humanos cuando se desnudan diciendo que "todos los seres humanos son sensibles al pudor sexual", incluso en aquellas culturas donde la desnudez es normal.
No logran explicar lo que ese "pudor sexual", pero reconocen que, en algunas culturas, la desnudez es normal y aceptada.
En esta sección, el Profesor Dan Fessler, psicólogo evolutivo de la UCLA, cree que la vergüenza hacia la desnudez (pudor sexual) es una característica innata desarrollada a través de la evolución para reforzar la monogamia.
Al final los voluntarios estaban tan cómodos desnudos que los responsables de este documental se sorprendieron por lo increiblemente rápido que se había logrado que ocho ingleses que nunca se habían desnudado en público ahora lo hicieran y no sintieran vergüenza alguna.
El narrador señala que "a pesar del potencial de vergüenza, nuestros voluntarios parecen estar disfrutando de ellos mismos".
En la despedida final, con un almuerzo a base de queso y vino, los voluntarios están tan a gusto desnudos (después de tan sólo 48 horas) como si fueran nudistas de toda la vida. Al final, el moderador concluye que "no nacemos con pudor sexual" y añade que "siempre y cuando todos estén de acuerdo se podrían cambiar las normas sociales y la desnudez deje de ser ofensiva, como pasa en un centro nudista".
|