El Cuerpo: Yo soy lo esencial, fui primero que tú y como prueba de ello, cada niño o niña que viene al mundo, llega sin ti.

 La Ropa: Eso es verdad, sin embargo, lo primero que hacen en este mundo civilizado es arropar al niño o a la niña recién nacida. Esto implica que mi poder es superior a lo que tú podrías llamar "tu verdad primigenia" que, —por cierto, ya casi nadie recuerda.

 El Cuerpo: ¿Nadie recuerda?

 La Ropa: Así es, para la gente de ahora, lo primero es tener ropa que ponerse y casi cualquiera se avergüenza de carecer de mi protección.

 El Cuerpo: Tienes razón, lamentablemente, tienes razón. Ahora casi todo el mundo juzga a las personas por el tipo de ropa que traen: "Como te ven te tratan". En pocas palabras: ¡cómo si lo esencial fueras tú!

 La Ropa: yo sé muy bien que no soy esencial, al contrario soy muy superficial, pero sé que a la gente les encanta las mentiras, vivir engañadas por lo falso.

 El Cuerpo: ¿De verdad lo crees? ¿Es en serio?

 La Ropa: ¡Claro! Los humanos recorren la Vida hipnotizados con la idea de estar siempre a la moda, —con el mejor look posible, empecinados en traer la mejor ropa posible que los haga deseables ante los demás...

 El Cuerpo: ¡Pero en el fondo lo que todos desean es a mí! Los amantes son los que mejor me conocen. Es por eso que en cuanto aman lo primero que hacen es deshacerse de ti para recuperar la verdad del cuerpo sin ropa.

 La Ropa: Así es, ¡tienes razón de nuevo! Siempre que existan los "amantes" yo pasaré a segundo lugar... pues los amantes aman al cuerpo, no a la ropa. Por fortuna, ¡existen los prejuicios sociales que tanto éxito han tenido! Y, además, con tanta enfermedad sexual y tanto miedo ¡la gente te teme! Por lo que cada vez tengo poder sobre más y más gente con miedo a amar.

 El Cuerpo: Ciertamente, pareciera ser que eso sucede en muchas ocasiones... la gente ya no me ama como soy, me quiere cambiar constantemente, y ante la vergüenza que siente hacia mí, se tapa y oculta de sus ojos, utilizándote a ti como el "remedio" que todo lo cura; una panacea contra la vergüenza del cuerpo.

 La Ropa: ¡Me alegra que aceptes tu derrota! Pero yo quiero una derrota total sobre ti. He pensado en los medios para lograr que incluso los fetos dentro de sus madres tengan adherida a su piel alguna prenda textil. Actualmente ya he logrado que los muertos sean enterrados con "ropa". Prácticamente la gente usa ropa desde el nacimiento hasta su sepultura y están tan habituados a mí que "creen" ¡que soy parte de ellos! Soy una especie de parásito epidérmico y mi misión es sofocar el órgano de la piel para que no sienta el "libre contacto" con la atmósfera que le rodea. Los mato por sofocamiento.

 

 El Cuerpo: Tienes toda la razón. ¡La gente no se da cuenta de la importancia de que la piel esté en contacto con el aire libre! Es como sí usaran lentes que poco a poco les fuera quitando "visibilidad" hasta que sólo les dejara un puntito diminuto por el cual ver el mundo. El cambio sería tan gradual que creerían que ven "Todo" el mundo a través del pequeño agujerito de los lentes. La piel es el órgano con mayor extensión en el cuerpo. Su función es de vital importancia, es un tercer pulmón y requiere para estar "sano" del contacto con su medio natural que es el aire.

 La Ropa: ¡Pero ya ves! Los humanos prefieren "verse" guapos conmigo a estar "sanos" contigo. Tú eres horrible, prácticamente toda la humanidad es horrible y por eso requieren de mis servicios para "tolerarse" mutuamente. ¿Lo entiendes? Yo soy más importante que tú. ¡Más, mucho más! ¡Cualquiera lo puede ver! ¡Todos me usan! ¡Todos creen en mí! En que los protejo del frío...

 El Cuerpo: ¡Pero el frío lo provocas tú! ¡Maldita embustera! Al impedir que la piel trabaje adecuadamente y circule la sangre por todo el cuerpo, lo único que provocas es un descenso en la temperatura general. Entonces la gente se cubre con más ropa "buscando calor" cuando el único calor posible es el generado por la circulación de la sangre por todo el cuerpo y para prueba es que por ti sola, no generas calor. En cambio, cuando hacemos ejercicio y se acelera nuestro corazón, la temperatura corporal "sube" y no necesitamos de ropa alguna.

 La Ropa: ¿Y eso a quién le importa? La gente no piensa lo mismo que tú. Los dueños de los medios de producción masivos se alimentan de las ganancias que les genero año con año, temporada tras temporada. Hay ropa para invierno y para verano, ropa para otoño y para primavera. ¡Todo el año están bajo mi poder! Incluso cuando van a la playa, no se libran de mí. A excepción de esos impúdicos que van a las playas nudistas.

 El Cuerpo: Esos impúdicos, como tú los llamas, ¡son mis elegidos! Son los únicos que me aman y que son libres de tu influencia, al menos durante el poco tiempo que permanecen en esas playas. Es una lástima, la verdad, no sé cómo fue que llegaste a ganar tanta importancia, sólo me queda el consuelo de los niños y de las putas. Los niños pequeños no tienen pudor, se aceptan como son, me aceptan como soy. Las putas me adoran y gozan conmigo y yo las hago gozar aún más, disfrutan de mi desnudez y atraen hacia ellas a gran cantidad de hombres deseosos de "verdad" Pues la Verdad es Mujer y las mujeres son Bellas.

 La Ropa: Tú ya estás delirando. Te consuelas con tan poco. Incluso tus putas usan de mis servicios (tengo ropa para cada tipo de persona, no importa la edad, el sexo, ni la clase social) Soy casi omnipresente. (Me falta solucionar lo de la ropa para fetos, tendré que inventar que a los fetos les da frío el contacto con el vientre de su madre).

 El Cuerpo: Te creo capaz de eso y de más. No dudo de tu poder. Pienso que tarde o temprano lograrás tu cometido: "Arropar a todo ser viviente sobre la tierra".

 La Ropa: Aunque seas irónico con tu discurso: ¿Has visto la cantidad de ropa que se hace actualmente para las mascotas? ¡Suéteres para perros! ¿Lo puedes creer? Jajaja No les basta con tener el cuerpo cubierto de pelo para que a sus dueños se les ocurra que "tienen" frío, y que hay que arroparlos.

 El Cuerpo: ¡Te falta arropar a las aves e incluso a los peces!

 La Ropa: ¡Lo haré! ¡Lo haré!

El Cuerpo: ¿Tendré alguna esperanza?

 La Ropa: Lo dudo. Es más, deja te arropo para irnos a dormir juntos...

 Antonio Rada

anrada@hotmail.com

http://www.antoniorada.net/que-hago/44-ludista-iludinado/199-el-dialogo-del-cuerpo-y-la-ropa.html publicado en PRONUDMEXICO