Les voy a contar mis experiencias y mi sentir sobre este tema sin buscar ni bucear en definiciones filosóficas, desde ya sabias y fundadas.

No sé si nudismo y desnudez son sinónimos, pero lo cierto es que por la segunda yo llegué a la primera. La desnudez parece algo propio de la persona como tal. En mi caso en Familia vernos desnudos era normal en ocasiones, yendo o viniendo del baño, cuando nos cambiábamos, quién lo deseaba dormía así.

Cuando, ya adolescente empecé a frecuentar un club, me di cuenta y fui advertida que en esa sociedad la desnudez no era bien vista, así duchas individuales con cortina, cambiadores individuales y circular cubierta eran la norma. Cualquier incumplimiento de esa norma era al menos punible, como mínimo, con una severa mirada de otra mujer.

Así con amigas comenzábamos una conversación que debíamos seguir hablando a través de un mamparo, lo cual hacía pública nuestra charla. Mis hermanos me comentaron que ellos no hacían así y que andaban desnudos sin problema, y sin otra posibilidad. Se lo comenté a mis amigas y que en casa así andaba, si se podía, pero en la mayoría de los casos su formación les decía que estaba mal.

Con el tiempo llegué al nudismo en Familia en una casa de fin de semana, nudismo que solo hacíamos en Familia, no si había terceros. Pero si mis padres no estaban sumábamos alguna amiga o novio. Lo cierto es que noté que las charlas se hacían más distendidas cuando cada cual estaba como quería y donde nadie le imponía nada a nadie y si alguno no quería nadie se desvestía. Así el nudismo era libertad y respeto.

Ya casada, la desnudez acompañaba mi rutina diaria en mi casa con mi esposo, ahora ex. La ausencia de hijos no nos planteó estar vestidos delante de ellos. En esa desnudez compartida había mucha intimidad, era un secreto nuestro, era algo de los dos, sólo para los dos, que no compartíamos con nadie, y aunque parezca mentira separábamos de lo sexual.

Ello se manejaba con códigos propios y particulares. Es más hemos tenidos períodos de abstinencia en nuestras relaciones sin por ello dejar de lado nuestra costumbre de andar desnudos en casa.

Esa desnudez nos hacía vernos como éramos y nos llevaba a diálogos de todo tipo de todo tema, no nos la imponíamos, simplemente estábamos desnudos cuando nos parecía. Eso sí éramos prolijos en cuidar que no nos vieran desde afuera, vivíamos en un departamento. Quizás el primer acto de nuestra desnudez era descalzarnos, cosa que hacíamos ni bien llegábamos a casa.

Comentando un poco nuestra conducta con amigos íntimos, muy pocos, fue más el asombro y quizás la censura que la aprobación.

Con el tiempo llegamos al nudismo en Chihuahua, la conocida playa esteña, quedó ello como un secreto poco conocido y como parte de la intimidad de nuestra relación. Ella se cortó, se desgastó, nadie lo quiso, nadie lo provocó pero así fue.

Con una pareja posterior continué con mi desnudez y nudismo, que él empezó a compartir y participar. Las cosas se dieron en forma parecida pero no similar.

Ahora mis conductas sobre ello no son tan secretas para alguna de mis amigas pero no todas lo comparten. De hecho voy a un gimnasio donde no hay cambiadores y las duchas son colectivas. El momento de la ducha con otras mujeres conversando de los temas más irrelevantes, o relevantes, es un momento de distensión y porque no de intimidad. No hablamos a través de un mamparo, la desnudez nos muestra tal cual somos en lo físico y en lo profundo de nuestro ser.

Cerrar la ducha, dejarme secar naturalmente conversando entre amigas es un momento de distensión y porque no de intimidad propia de nosotras. Decimos cosas que pareciera la ropa nos impide decir. Desnuda fluyen de mi mente pensamientos que de otra forma o en otro lugar no fluirían.

El nudismo no deja de ser algo íntimo, propio de cada uno de nosotras o nosotros, no se lo imponemos a nadie y es una expresión de libertad. Quizás la más pura.

Desnuda me siento en paz conmigo misma, me siento libre, me siento tal cual soy sin barreras ni tapujos. Desnuda me siento tal cual soy, desnudos o desnudas somos como somos.

Disfruto mi desnudez en mi casa en toda oportunidad, me cuido que no me vean como expresión de respeto a los demás, no quiero imponer ni desnudez a nadie, como ya dije.

Maria Gómez

Argentina

jiopogomez@yahoo.com.ar