Los canones de belleza impuestas por la sociedad generan enfermedades psicofísicas como la Anorexia, la Bulimia y, otras tales como la Vigorexia

La vigorexia es una distorsión de la imagen corporal, que lleva a realizar actividad física en exceso y afecta cada vez a más personas, principalmente a los hombres requiriendo .de tratamientos psicofísicos,

En forma paralela a los tratamientos psicofísicos, la práctica del nudismo /naturismo contribuye superar estas distorsiones de la imagen corporal

En estos tiempos modernos, la imagen se ha convertido en una de las principales cartas de presentación. Pero el riguroso culto al cuerpo y los cánones de belleza que se imponen en la actualidad pueden desembocar en el desarrollo de trastornos emocionales y de alimentación.

Hoy en día, además de la bulimia y la anorexia, existe otra enfermedad desencadenada por la preocupación obsesiva por la figura: la vigorexia, también conocida como complejo de Adonis. Si bien todavía no ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), este trastorno se basa en la adicción al ejercicio físico, motivado por el fin de lograr un cuerpo perfecto.

El psiquiatra estadounidense Harrison Pope, de la Escuela de Medicina de Harvard, realizó diversos estudios entre personas adictas a los ejercicios de musculación que demostraron que entre los más de nueve millones de individuos que acudían regularmente al gimnasio, cerca de un millón podría estar afectado por este desorden emocional.

¿Pero cuáles son las causas de la vigorexia? “Esta enfermedad psicofisica surge cuando las personas tienen una distorsión de su esquema corporal y, como consecuencia, realizan prácticas deportivas en exceso y se pasan muchas horas en el gimnasio con los riesgos que el sobreesfuerzo muscular puede traer aparejado en la salud", sostiene el médico nutricionista Julio Montero, presidente de la Sociedad Argentina de Obesidad y Trastornos Alimentarios (SAOTA).

A diferencia de la bulimia y la anorexia, que afectan en su mayoría a las mujeres, la vigorexia la padecen principalmente los hombres. “Todo parte de un problema emocional y psicológico, que en general comienza en la adolescencia. Los individuos que sufren de vigorexia se paran constantemente frente al espejo y ven su imagen negativamente, comienzan a notar flaccidez y falta de tonicidad en su cuerpo y no se aceptan.

Como consecuencia, empiezan a dedicarle la máxima cantidad de horas posibles al gimnasio para aumentar su musculatura. Adquieren un fanatismo extremo por hacer rutinas aeróbicas intensas, aparatos y distintos tipos de actividad física. Ponen a prueba su organismo sin importarles las consecuencias, es decir, sin ser conscientes de que la sobrecarga de peso y de esfuerzo repercute negativamente en los huesos, en los tendones y en las articulaciones, y que en la mayoría de los casos conduce a desgarros y esguinces ”,especifica la licenciada en psicología Luciana Kot, directora de Psicología Aplicada al Des-censo de Peso (PADEP).

Paralelamente, estas personas tienden a seguir dietas bajas en grasas y ricas en hidratos de carbono y proteínas, con el fin de aumentar su masa muscular de manera veloz. La carne, la leche, los cereales, las barras fortificadas, los licuados, las bananas y los huevos empiezan a predominar en su régimen. Pero lo que es aún más grave, es que estos individuos son propensos a abusar de ciertas sustancias como hormonas y anabólicos para mejorar el rendimiento físico y lograr ese cuerpo deseado con mayor rapidez

Como resultado, pueden sufrir alteraciones en su metabolismo. “El uso de anabólicos genera masculinización e irregularidades en el ciclo menstrual de la mujer, provoca acné, problemas cardíacos, disminución en la formación de espermatozoides, impotencia sexual y retención de líquidos”, aclara la psicóloga.

¿Quiénes están más predispuestos a sufrir esta enfermedad? En general, aquellas personas que son introvertidas y antisociales, padecen fobia social y trastornos de personalidad, tienen miedo de asumir responsabilidades en la vida, tienen conductas narcisistas y poca autoestima.

Este desorden emocional obsesivo- compulsivo que provoca en los pacientes una sensación de fracaso personal cobra gravedad cuando los individuos llegan al límite de abandonar sus actividades cotidianas, su trabajo y sus responsabilidades para dedicarse con exclusividad a ir al gimnasio con el objetivo de alcanzar esa mejoría física que les proporciona sentirse mejor psicológicamente.

La vigorexia también se convierte en un problema a tratar cuando el individuo comienza a sufrir desproporciones entre sus partes corporales, estados depresivos y ansiedad extrema, deterioro en sus relaciones sociales, problemas para vincularse con el entorno y aislamiento, al punto de cortar el contacto con sus amigos y familiares porque se pasan la mayor parte de su tiempo en el gimnasio ” , especifica la licenciada Kot.

Sin embargo, la vigorexia tiene solución. Los especialistas sostienen que el tratamiento debe ser de índole psicológica. “Lo aconsejable es que el paciente comience un tratamiento cognitivo conductual para modificar su comportamiento, y especialmente psicoterapia

También es fundamental que cuente con asesoramiento nutricional acerca de la alimentación y de la composición corporal norma” aclara el doctor Montero. El objetivo de la terapia es que el paciente solucione las afecciones que lo llevan a tener una conducta obsesiva- compulsiva en el gimnasio, mejore su autoestima y combata su miedo a sufrir posibles fracasos. Para ello, es ideal que cuente con apoyo familiar y afectivo. Todo, con el objetivo de que llegue a aceptarse tal como es y disfrute plenamente de tener un cuerpo sano en una mente sana. ▼

Fuentes : Revista Vitalia- año 2- 8/2/2011- www.revistavitalia.com.ar y www.vigorexia.org