Viviendas ecológicas y autosuficientes
Una casa ecológica es la que se
construye con materiales sostenibles. Si, además, deseamos que sea
autosuficiente, debe generar su propia energía, aprovechar el agua de
lluvia y reutilizar tanto ésta como los residuos que, por descontado,
también han de ser mínimos.
Lo que se intenta es minimizar el
gasto energético, de materiales y de ganar en independencia cuidando
nuestro bolsillo y también el planeta.
No existe un modelo ideal de casa
autosuficiente, pero si una serie de principios claves que nos ayudarán
a diseñar nuestro propio proyecto.
Cómo construir una casa ecológica y autosuficiente
Para reducir el consumo de energía y
también generarla, debemos recurrir a diferentes tecnologías en función
de las características de la zona, según sea más o menos lluviosa,
ventosa o soleada.
Para la aislación hacer uso de
materiales sostenibles, y existentes en el entorno. El aprovechamiento
de recursos naturales, requiere la indagación del entorno, para
localizar pozos o manantiales naturales.
La orientación de la casa y la
disposición de las habitaciones se decidirán en función de la
climatología (más o menos viento, lluvias, temperaturas, etc.) y del
recorrido solar durante todo el año para conocer qué parte de la fachada
va a recibir más y menos sol.
Una vez decidida la ubicación de la
vivienda y su orientación, se hará una distribución inteligente de
ventanas, puertas, ventanales, porches, terrazas y demás elementos y
materiales según se precise de un mayor o menor aislamiento en distintas
zonas de la casa. Estas estrategias buscan minimizar el uso de la
calefacción y la refrigeración recurriendo al uso de energías limpias
para cubrir esas necesidades de climatización de la vivienda.
Las opciones para lograr esta economía
son numerosas: energía solar fotovoltaica, geotérmica, eólica, calderas
de biomasa, generador de biocombustible, energía solar térmica…
Cualquiera de ellas tendrá aplicaciones distintas, por lo que podemos
obtener agua caliente y calefacción a la par o, por ejemplo, una
refrigeración del ambiente y utilizar esa energía limpia como fuente que
proporcione electricidad.
Depurar el agua, ya sea para hacerla
apta para el consumo humano, para el riego, para reciclarla o
reutilizarla una vez se ha utilizado admite distintas soluciones según
su nivel de polución y usos.
Utilizar barriles para recoger el agua
de lluvia o incluso depósitos que permitan acumular grandes cantidades
de agua durante las temporadas de lluvia. Aun así, conviene analizarla
para garantizar su salubridad, y, si es necesario darle un tratamiento
depurador.
Del mismo modo, las aguas residuales
precisarán de depuradoras biológicas que no necesitan de electricidad.
Lo ideal en estos casos es que el agua depurada sirva para su
reutilización para el riego, lavar el coche o, por ejemplo, para el
mantenimiento de estanques.
LAS TRES ERRES: Reducir, Reciclar. Reutilizar
A la hora de utilizar este tipo de
casas, lógicamente se habrá de hacer una vida acorde con las
características ecológicas de la vivienda, por ejemplo siguiendo las
tres erres de la sostenibilidad: reducir, reciclar y reutilizar
para maximizar la eficiencia de la tecnología, la utilidad de los
residuos, por ejemplo transformándolos en abono o depurando aguas
residuales. Reducir el consumismo, cultivar un huerto y utilizar al
máximo las energías renovables aprovechando las horas de luz, el viento
para secar la ropa o la biomasa para cocinar o para la calefacción.
Por lo tanto, a la hora de construir
una vivienda ecológica y autosuficiente es fundamental tener en cuenta
nuestro estilo de vida, preferencias y posibilidades reales de que la
casa finalmente pueda culminar su objetivo de independencia energética y
autosuficiencia en el día a día.
Fuente
http://www.ecologiaverde.com/
|