Eco reflexiones: LAS BOLSAS Y MATERIALES PLÁSTICOS

Las personas naturistas, nudistas, se interesan y preocupan por la necesaria conservación, defensa y protección del medio ambiente y de la Naturaleza. Que actitud podemos tomar con las bolsas de plástico necesarias para el transporte de productos y de deshechos? Ya algunas grandes cadenas comerciales ya han lanzado sus propias campañas de eliminación de bolsas de plástico en nombre de la la defensa y protección del medio ambiente...

El impacto medioambiental de las bolsas de plástico es enorme y debido a su baja biodegradabilidad y a su gran ligereza, vuelan fácilmente con el viento, estando presentes permanentemente en el medio ambiente y particularmente en el mar, debido a su negativo impacto sobre la fauna marina.

Muchos críticos de esta retirada de las bolsas de plástico afirman que lo que hay que fomentar es el reciclaje de los plásticos. Por supuesto, no estamos en contra del reciclado de los plásticos. Pero como en todo, “el mejor residuo es el que no se produce“. Lo primero es reducir la cantidad de residuos que producimos. Solo entonces podemos pensar en reciclar lo que nos sobra (y solo en último lugar eliminarlo sin más tratamiento).

Por lo tanto, antes de exigir el reciclado del máximo de residuos de envases, es necesario cesar con el sobre-envasado, y fomentar la venta de productos a granel y el eco-diseño (el diseño de los envases de manera que el residuo generado sea mínimo y fácilmente reciclable), Incluso también no promover envases de una sola porción, lo que tiene mucho que ver con nuestro modo de vida y de consumo.

Actualmente, cada habitante utiliza anualmente 238 bolsas de plástico, tardando cada una de ellas 400 años en descomponerse y de las que apenas se recicla un diez por ciento. De hecho, la utilización de las bolsas de plástico genera cada año 100.000 toneladas de residuos y 440.000 toneladas de dióxido de carbono que contaminan el planeta.

Existen diferentes tipos diferentes de plásticos. Hay plásticos más fácilmente reciclables que otros, según al grupo familiar al que pertenezcan o los aditivos que contengan. Existen compostables, biodegradables, oxodegradables, fotodegradables, hidrosolubles o reciclables.

Recientemente están apareciendo toda una serie de bioplásticos y materiales alternativos que ofrecen ventajas ambientales respecto a las bolsas de plástico actuales de polietileno que se han empleado tradicionalmente, hechas de materia prima provenientes del petróleo. No obstante, éstas están generando bastante confusión debido a la terminología que se emplea para definir el origen y final de su vida útil y sobre todo al hecho de que las bolsas, entre sí, no presentan muchas diferencias a simple vista.

Plástico Biodegradable. Cuando un plástico es biodegradable, significa que ese plástico puede descomponerse en condiciones que se dan en la naturaleza, mediante la acción enzimática de microorganismos como bacterias, hongos y algas, transformándose en nutrientes, dióxido de carbono, agua y biomasa. Las bolsas hechas de polietileno no desarrollan este proceso, pero sí algunos bioplásticos fabricados a partir de recursos naturales renovables (almidón de patata) o de algunos poliésteres sintéticos. Las bolsas biodegradables pueden tener un porcentaje de materias renovables y otro de derivados del petróleo.

La degradación es Anaeróbica cuando se produce por la ausencia de oxígeno y Aeróbica o Compostaje si se produce en la presencia de oxígeno generando dióxido de carbono y compost. A medida que los residuos se degradan se eleva la temperatura, facilitando su descomposición acelerada y desinfección. El compostaje es un gran sistema de tratamiento de residuos. En particular, hacer compost en casa es uno de los métodos más ecológicos, ya que no hay necesidad de trasladar los residuos ni el producto obtenido.

Materiales “compostables”: son los que sirven que para hacer compost o abono orgánico. El compostaje se realiza normalmente como un proceso de reciclado de la fracción orgánica (restos de comida o alimentos) de los residuos sólidos domésticos, además de los restos vegetales provenientes de las podas, hojas de los árboles, limpiezas de jardines, etc.

Materiales degradables: Aunque suena muy parecido a biodegradable, se refiere a un proceso diferente Son bolsas de plástico como las de siempre, pero a las que se han añadido unos aditivos que aceleran su desintegración física. El plástico se fragmenta en partículas tan diminutas que no se ven. Esta degradación puede ser inducida por la radiación solar (fotodegradables) o inducida por la oxidación (oxodegradable) usando aditivos químicos.

Materiales reciclables: Las bolsas de plástico de polietileno convencionales (en cuya fabricación se emite mucho CO2 y que tardan cerca de cien años en descomponerse en la naturaleza) pueden ser recicladas: hay plantas de tratamiento donde las transforman en un granulado plástico –granza de polietileno– que sirve para fabricar otros productos.

Materiales sostenibles son los que cubren nuestras necesidades actuales sin poner en peligro las de generaciones futuras. Sostenible es, al igual que bioplástico, un concepto poco definido en la industria y puede aplicarse a casi cualquier producto que mejore lo existente. Puede ser sostenible porque reduce emisiones de dióxido de carbono, porque es de fuentes renovables o porque se generan pocos residuos en su producción.

¿DÓNDE TIRAR LAS BOLSAS?

El tema se complica cuando se trata de decidir dónde tirar cada uno de estos envases al llegar el final de su vida útil, lo que suele generar una gran confusión en los usuarios.

Así pues, la mejor opción sería que estas bolsas no fueran utilizadas, ya que así no se tendrían que desechar. Para evitar el uso de estas bolsas sólo será necesario que se tengan en cuenta dos factores: obtener una bolsa reutilizable del tipo algodón o de más de un solo uso y acordarse de llevarla con nosotros si tenemos previsto ir a comprar y sabemos que la vamos a necesitar.

Esta costumbre, aunque sea muy sencilla, requiere una toma de consciencia por parte nuestra. Si compramos un producto y nos cabe en el bolso o lo podemos llevar en la mano, ¿para qué vamos a pedir una bolsa?

Un primer y modesto paso para erradicar las bolsas de plástico en nuestra vida cotidiana es utilizar recipientes reutilizables : el carrito de la compra, las mochilas, bolsas de tela o de rafia, Hace falta, sin duda, seguir ahondando y profundizando bastante más sobre la cuestión ambiental que plantean estas bolsas y las críticas que se escuchan ante su prohibición, pero mientras tanto…hay pequeños grandes gestos diarios y cotidianos que todos podríamos empezar a activar como, por ejemplo, el recuperar aquellas bolsas del pan que utilizaban nuestros abuelos y nuestros padres y que…, naturalmente, eran bolsas textiles, de tela…

¿Damos el salto a la tela? ¿Nos decidimos? ¿Bolsas? Naturalmente textiles…y naturalmente que no hayan sido fabricadas en condiciones inaceptables...

 

Fuente consultada http://anncaje.blogspot.com/2010/01/ecoreflexiones-naturalmente-textiles.html