COLOR NATURAL

Por distintos caminos de las artes, el teatro y la comunicación nos formamos. La amistad y el nudismo nos juntaron. Somos Julieta y Daniel, actores y nudistas, que entre charlas acerca de nuestras actividades en común, nos propusimos un día empezar a mirar al nudismo desde otro lado.

Color Natural nace justamente de las ganas de realizar actividades culturales y artísticas con personas interesadas en la recreación nudonaturista, y generar un espacio de encuentro en la ciudad de Buenos Aires.

Abrimos el camino con nuestras clases sueltas de juegos teatrales: u n acercamiento al teatro como espacio lúdico, en la búsqueda de encontrar mayor conciencia del cuerpo y estimular la capacidad de reconocerlo como propio. Clases en las que no es necesaria ninguna experiencia previa. Sólo ganas de jugar y divertirse.

El estar desnudos no es sólo la falta de ropa, sino que es un estado corporal y emocional donde se genera una mayor capacidad sensorial, esto creemos que es así, a diferencia del estar vestido, por una cuestión meramente cultural. Buscamos en el juego darnos mayor libertad y no tomar al nudismo como un acontecimiento en sí mismo.

Y como espacio de recreación nudista alternativo, también creamos nuestros encuentros con actividades artísticas donde poder disfrutar de espectáculos de calidad, degustar ricas comidas, y sobre todo, compartir un rato con pares nudistas.

 

Clase abierta de teatro nudista: “Juegos Teatrales”

Sacarse la ropa fue la varita mágica que hizo que de pronto todos tuviéramos algo en común.

El instante en que se anunció que era momento de “ir a cambiarse” disolvió la tensión y el miedo a lo desconocido, nos habíamos sacado un peso de encima: el peso textil. Desnudos, comenzamos a habitar el espacio de piso parquet. La imagen eran veintidós personas un domingo de diluvio, reunidas bajo un mismo techo, cubiertas con su piel.

Ya desde el vamos, a medida que iban llegando los participando del evento, se veían abrazos entre varios, que una vez terminada la jornada fueron para con todos. Será que el mundo nudista al que pertenecemos -o conocemos- tiene muy pocos habitantes, tal vez entonces resulte ser más bien un pueblo.

Despojados de los hilos y de esos trapitos que usamos los humanos, hubo un par de palabras y comenzó la clase abierta de teatro, organizada por Color Natural.

Nadie titubeó a la hora de aceptar las propuestas de juego y de divertirse, los cuerpos estaban disponibles, presentes, activos. Y nunca dejó de resaltarse y hacerse notar la complicidad grupal por un hecho en común: las ganas de compartir un estado de cosas, que es emocional, que es físico, que tiene que ver con oponerse al mundo textil, que es pararse frente a él y desafiarlo. Es querer y poder traspasar la barrera social que nos cubre, nos viste.

Y por si a alguien le quedaban dudas, en la mesa donde se merendaron un montón de exquisiteces, quedaron flotando palabras como unión, comunión, diversión, risas, alegría, y por sobre todo quedó latente la posibilidad de compartir actividades culturales en un entorno nudista, que hagan de todos nosotros más que vecinos del pueblo, sino más bien una comunidad.

 

A flor de piel" Nudismo y arte en vivo

El verano llegaba a su fin, pero no así la oportunidad de hacer nudismo. Por eso, Color Natural reunió nuevamente artistas en su espacio de Villa Crespo, CABA.

Dos jóvenes cantantes se animaron a realizar su primera experiencia nudonaturista, un recitador que mientras dejaba salir de su boca algunos textos de Julio Cortázar, era acompañado por un joven músico con su arpa. Hasta ese momento, ellos no conocían el ambiente nudista que caracteriza a Color Natural, y a medida que pasaban las horas, ya abajo del escenario, esa inexperiencia y nervios de la primera vez, se disolvieron.

Lo mismo sucedió con algunos asistentes, que atraídos por nuestra propuesta, no dudaron en transitar esa "primera experiencia tan encantadora", tal como dijeron ellos.

El cierre lo realizó una pareja de tango, que a través de la danza y su relato, mostraron el recorrido del tan reconocido y porteño baile.

A las 22hs de ese domingo previo a un feriado, ya la casa cultural donde se desarrollan las actividades nudistas, estaba llena de cuerpos desnudos, riendo, charlando, ansiosos por ver el show que se avecinaba.

Así fue que entre sándwiches gourmet, pizzas, vegetales al wok, y una amplia carta de bebidas, se encontraron amigos nudistas.

La propuesta artística se desarrolló con alegría, entusiasmo, y terminó con las ganas de que llegue el próximo encuentro.

 

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