DESNUDO FRENTE AL ESPEJO
Recientes estudios científicos demuestran que es muy importante para
nuestro bienestar mental y físico tener una relación pacífica y
equilibrada con la desnudez de nuestro cuerpo, superando la
incomodidad, la vergüenza y el miedo que nos da la idea de estar
desnudos, incluso en presencia de otras personas.El Dr. Massimo Soldati,
psicólogo y psicoterapeuta de Milán; en su libro llamado “Cuerpo y
cambios” afirma que "La mirada, a menudo severa, que tenemos en
nuestro cuerpo, es la suma de las muchas miradas recibidas en nuestras
vidas, expresadas por imprudentes comentarios hechos por los padres,
amigos, maridos o amantes que quedan impresos como marcas de fuego, y
que, incluso después de muchos años, nos recuerdan que nuestro cuerpo
desnudo hizo algo malo generando sentimientos negativos.
Enfrentarse a la propia
desnudez, entonces, se convierte en una prueba, un examen que superar,
como una carga pesada, algo que nos ha sucedido, pero que no pertenece a
nosotros."En cambio, si nos
sentimos bien con nuestra desnudez, podemos vivir una experiencia
liberadora que nos hace sentir completamente vivos.”
"La Desnudez", escribe el
Dr. Soldati, es algo puro y limpio, algo que nos libera de las defensas
innecesarias que el miedo ha construido sobre nosotros y que nos acerca
a la simplicidad de nuestra alma.La sensación de suciedad
que proyectamos sobre un cuerpo desnudo es más un condicionamiento
atávico de la mente, que la realidad de las cosas”.
Pero, ¿Cómo hacer para
transformar nuestra desnudez como motivo de vergüenza e incomodidad, en
una fuente de confort y placer? Aquí el Dr. Soldati nos sugiere
practicar estos cuatro ejercicios para "reconciliarnos con nuestra
desnudez."
Haz las paces con el propio cuerpo
Todos los días haz un
pequeño descanso para ponerte en contacto con tu cuerpo de manera
consciente. Por ejemplo, respira profundamente con los ojos cerrados,
Huele tu piel, tus brazos, acaríciate el cuello, las piernas. … Es bueno
también pasarse un buen aceite o una crema por todo el cuerpo. Esto nos
recuerda que somos criaturas tridimensionales, hechos de piel, huesos,
carne, músculos. Sentirse bien desnudo también significa aprender a
vivir con nuestro físico y habitar el propio cuerpo.
Desvístete y báñate lentamente
Cuando te desvistas trata
de no hacerlo mecánicamente, intenta reducir el ritmo. Quítate una
prenda a la vez, con calma, haciendo pausas y escuchando tus
sensaciones. Vergüenza, fragilidad o qué otra cosa? No juzgues tus
reacciones, simplemente aceptarlas. Haz el mismo ejercicio cuando te
bañas. En lugar de entrar en "piloto automático" y lavarse
maquinalmente, tómate tu tiempo. Explora tu cuerpo como si fuera la
primera vez, sintiendo la suavidad y el calor de la piel Si lo practicas
todos los días, descubrirás que el hábito distraído a menudo oculta su
disgusto por el cuerpo. Y que esta actitud puede cambiarse.
Mírate al espejo sin juzgarte
Por lo general, antes de
enfrentarte a la mirada de los demás, te observas al espejo vestido.
Pero lo que ves reflejado y cubierto por la ropa no es tu cuerpo "real",
sino una imagen que no corresponde a la realidad. Mirarte desnudo es
otra cosa muy distinta. Y si rara vez lo haces, es porque tienes miedo
de las emociones que se pueden remover. Trata de mirarte en un espejo
entero para tener una visión completa de tu cuerpo. En las acciones
cotidianas, como durante el baño, aprenderás a familiarizarse con tu
desnudez y a recuperar la posesión de tu propio cuerpo.Al principio puede ser que
tu rostro evite mirarte y que tengas pensamientos negativos (“pero
mira la barriga", "estoy fuera de forma", "son muy gordo / a", y otras
cosas por el estilo), pero con la "hábito y esfuerzo de no juzgar,
tu cuerpo se va a volver cada vez más amigo.
Practica Nudismo en la naturalezaPor lo general limitamos
la experiencia de la desnudez al momento de la intimidad sexual. En
lugar de ello, recuerda que estar desnudo es algo natural y normal y que
venimos al mundo desnudos. Estar desnudo en casa, sin pensamientos
morbosos ni condenas contra tu propio cuerpo, puede ser una experiencia
liberadora.
Y el nudismo al aire
libre, rodeado de naturaleza, es aún mejor, porque todo es más hermoso y
rico en estímulos sensoriales.En resumen, el nudismo
tiene un fuerte valor terapéutico y es una fuente inagotable de placer,
que nos permite estar a gusto y superar el estrés diario.
Si podemos "reconciliarnos
con nuestra desnudez", si tenemos el valor de superar nuestra vergüenza
y nuestros miedos, podremos descubrir un mundo maravilloso encontrando
que el bienestar viene de la simbiosis de nuestro cuerpo desnudo con el
mundo natural que rodea.
Citas del libro antes mencionado y un artículo publicado en AIPT -
Integración Postural.
http://esserenudo.net/2014/06/04/quattro-esercizi-per-sentirsi-bene-nudi/
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