Vergüenza del Cuerpo (Dismorfofobia)

Estudios realizados por la investigadora Jean Lamont, de la Universidad de Bucknell, concluyen que el auto-juzgamiento no sólo afecta a nuestro estado mental sino que la vergüenza del cuerpo nos puede hacer físicamente enfermos. La idea es que los estrictos estándares de belleza - que contribuyen a la vergüenza del cuerpo - a menudo causan problemas de salud tanto físicos como mentales.

Al respecto Elias Norberto Abdala sostiene que… “La imagen corporal es la figura de nuestro propio cuerpo que formamos en nuestra mente, es decir, la forma en la cual nuestro cuerpo se nos representa”, afirmó, en 1935, P. Schilder, en su libro The Image and Appearance of the Human Body.

Existe entonces una gran diferencia entre el “cuerpo” (como objeto y figura real) y la “imagen corporal” (construcción subjetiva sobre el mismo).

La imagen corporal es un concepto muy utilizado en psicología y psiquiatría y crucial para comprender aspectos como la autoestima, ciertos trastornos de la alimentación y la integración social de las personas, en especial, en los adolescentes.

H. Bruch (1962) fue la primera autora que dirigió su atención hacia una posible alteración de la imagen corporal en quienes padecían de anorexia nerviosa, disparándose desde entonces numerosas investigaciones sobre alteraciones de la imagen corporal en pacientes con muy diversos trastornos alimentarios.

F. Dolto, destacada psicoanalista y educadora -fallecida en 1988- afirmó que desde el estadio fetal se estructura inconscientemente una imagen del cuerpo, que es “la encarnación simbólica inconsciente del sujeto deseante”. Sin entrar en detalles, la idea esencial es que existe una vivencia arcaica del cuerpo que la memoria va registrando a medida que el ser humano se desarrolla.

Si la imagen corporal está alterada se genera una severa alteración que, históricamente, se denominó dismorfofobia, y que actualmente se llama Trastorno Dismórfico Corporal. El mismo se caracteriza por:

  1. la preocupación exagerada por algún defecto físico y, aunque fuera leve, la inquietud resulta excesiva.
  2. esa intranquilidad provoca un malestar significativo con un deterioro social, laboral o afectivo.
  3. no implica que el paciente esté psicótico (loco).

El término de “dismorfofobia” (miedo a la propia forma) se acuño a fin del siglo XIX y en 1903 P. Janet lo definió como “obsesión por la vergüenza del propio cuerpo”.

Este trastorno suele empezar en la pubertad o adolescencia con la preocupación obsesiva por un supuesto defecto físico que no existe o que resulta indetectable para los demás.

Las preocupaciones más comunes se vinculan con la nariz, cabello, orejas, piel, labios, cicatrices, asimetría facial, vello excesivo u otras cuestiones corporales.

Quien lo padece se ve a sí mismo como deforme y llega a aislarse al creer que los demás se pueden fijar o reír de él. Viven muy angustiados, con miedo, vergüenza y muy acomplejados y tratan de ocultar su "grave defecto".

Muchos asumen una severa conducta evasiva, por ejemplo, salen de sus hogares, a la noche, tratan de camuflarse ante la gente y hasta consideran que la cirugía plástica es la única solución a su problema.

Hasta ahora considerada solo una problemática mental, una investigación de J. Feusner, investigador principal y Profesor de Psiquiatría de la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA), demostró por primera vez la existencia de cambios en el cerebro que pueden inducir la percepción tan distorsionada que estos pacientes tienen de su imagen corporal .“

 

Fuente http://eliasnorbertoabdala.com.ar/

Síntesis: Revista Nudelot