Katty Ryan Hoover - Fotografías - Serie "Lake Como"
¿Cuánto tiempo al día
permaneces desnudo? Salvo en momentos de encuentros amorosos, la ducha,
cambio de ropa y quizás dormir, permanecemos la mayor parte del tiempo con
ropa sobre nuestra piel.
El asunto del desnudo
va mucho más allá de una cuestión de índole sexual. Hay una dimensión
personal, psicológica y existencial sobre la desnudez que pocas veces
pensamos. Esencialmente, somos seres desnudos. Nuestra sensibilidad tiene un
límite y está enmarcado en la piel. No obstante, es sorprendente cómo nos
resulta extraño convivir con ello.
Sin ropa, nos
encontramos totalmente desprovistos, inermes. Somos sin ningún tipo de
armadura. Estamos expuestos, vulnerables. Diversos pensadores han colocado
el tema sobre la mesa: el ser humano es uno de los más débiles sobre la faz
de la Tierra; desprovistos de garras, de piel gruesa, de filosos dientes,
sólo puede valerse de su inteligencia para sobrevivir y defenderse de los
que lo rebasan en fuerza y rapidez.
Las fotografías de
Katty Ryan Hoover parecen responder a ese tipo de vulnerabilidad humana.
Los desnudos aquí presentes están libres de toda sexualización. Están
expuestos sin filtro, sin más mediación que la de una cámara frente a la
cual no hay pose, no hay preparación.
Nacida en Kentucky,
Hoover es una fotógrafa con una larga trayectoria con estudios cursados en
la Universidad de Tennessee y, el Art Institute de San Francisco, en la
Universidad de Notre Dame y en la Universidad de Virginia. Su obra ha sido
expuesta en diversos museos de Norteamérica y ahora es profesora de tiempo
completo en Nevada.
Esta serie nombrada
“Lake Como” es un trabajo documental de una experiencia en la que la artista
se sumergió por completo en el poblado de Pasco, al Sur de Florida. Según lo
narra, es una especie de nicho que está libre de los tabúes con los que el
resto del Estado vive a diario. Para las fotografías ella también tuvo que
liberarse de su ropa para una situación más equilibrada y crear un ambiente
de confianza.
Esta comunidad de
nudistas y de ropa opcional se encuentra en Tampa, y se jacta de ser la más
grande en Norte América, “Las mujeres temen que no se vean lo
suficientemente bien”, dice la vocera del
lugar en dicho sitio. “Una vez que venga aquí, se dará cuenta que a
nadie le importa eso. Hay gente de todas las tallas y formas. Nadie juzga
basado en la apariencia”.
Cuerpos marcados por el
tiempo, desbordados, fuera del canon de belleza occidental impuesto. Una
naturalidad a veces pasada por alto, desechada, invalidada tras no entrar en
los esquemas de lo erótico y comercializable.
¿Por qué en medio de
una sociedad con afinidades prohibitivas y censuradoras surge la necesidad
de tener un espacio donde la desnudez es vista como algo normal? ¿No será
esa manera tan natural de ser la que nos invite a salir de nuestras cerradas
fronteras?
Las fotografías de
Hoover nos parecen un tanto extrañas, desafían lo esperado y ponen en jaque
nuestros prejuicios. El juego con los elementos naturales, un espacio vivo,
fértil, boscoso, logra una composición interesante con los modelos
retratados; ellos también llenos de vida y emoción.
Fuentes consultadas:
Carolina Romero
http://culturacolectiva.com/fotografias-desnudos-katty-hoover/
http://www.kattyhoover.com/lake-como/ |