Ecovilla Da Mata - BrasilFlorencia Brenner
(>>> continua) Como ya les conté en la crónica de nuestra visita a Massarandupió, nos encontramos en la playa con Waldo Andrade y un grupo de
amigos de “Ecovilla da Mata" que habían ido a pasar el día... Y charlando
descubrimos que teníamos amigos en común de la Federación Brasilera de
Naturismo. Al despedirse nos invitaron a conocer el lugar. Si bien ya
conocía su existencia, al llegar quedamos asombrados frente a tan
maravilloso entorno.
Este emprendimiento nudista, ubicado a pocos kilómetros de la playa
Massarandupió y a una hora de Bahía en una zona montañosa y selvática, ocupa
8 hectáreas de bosque. Se podría resumir en que es el lugar indicado para
los adeptos a la ecología, sostenibilidad, biodiversidad, ecosistema,
sustentabilidad, biodiversidad y protección y preservación del medio
ambiente.
Las villas están ecológicamente construidas y son autosuficientes con el
tratamiento adecuado del sistema de alcantarillado y de explotación de
recogida de aguas pluviales. La eco aldea tiene centro, jardín, herbario y
huerto para uso colectivo de reciclaje. Además de viviendas, cuenta con
varias áreas para uso deportivo, centro comercial, quioscos y otros espacios
para reuniones.
Waldo Andrade es el fundador y administrador de este espacio donde vive con
su señora y muchos habitantes en forma permanente, que han elegido esta
opción de vida para alejarse del ruido y del consumismo urbano. Algunos en
cambio, y por cuestiones de trabajo, ocupan sus casas sólo los fines de
semana y vacaciones y cada vez hay más demanda de esas parcelas con la idea
es formar una comunidad verdaderamente naturista en todo el sentido de la
palabra.
El lugar resultó un verdadero Paraíso! La temperatura, cálida todo el año,
invita a la desnudez. Para ingresar a la villa exclusivamente nudista existe
un arco con un cartel indicativo. Por excepción nos dejaron entrar vestidos
ya que estábamos de paso.
Hay también un sector para quienes aman la naturaleza, sin ser nudistas. O
indecisos en periodo de adaptación. Posee además un Eco-parque de uso común.
Este espacio fue una antigua reserva de indígenas, quienes todavía conviven
con gran tolerancia recíproca y colaboran en algunos trabajos.
Como premisa impera allí la “permacultura” mediante la utilización de la
energía solar, reciclado, aprovechamiento de todos los recursos naturales
como el agua de lluvia y abono orgánico para el cultivo de sus huertas,
incluyendo además cursos, talleres y encuentros espirituales.
Conocimos la vivienda de Waldo Andrade y su mujer, construida con materiales
reciclados de otras obras, botellas decorativas en las paredes y un único
ambiente con lo mínimo para un espacio confortable y sin excesos ni
elementos innecesarios.
Luego de compartir un desayuno con el grupo, fuimos a recorrer la Villa
atravesando pequeños ríos a través de puentes construidos por ellos mismos
con troncos de árbol y sogas, La selvática arboleda hace que uno pueda
imaginarse un sorpresivo encuentro con Tarzán Nos contaron que se han visto
pequeños animales pero que no atacan al hombre.
De tanto en tanto aparecían entre la arboleda casas de construcción muy
sencilla, algunas en alquiler. Vimos también un temazcal, un huerto orgánico
y amplios espacios abiertos, o con un quincho, destinados a las mencionadas
reuniones, talleres, terapias alternativas o meditación.
Un visitante tocaba la flauta hindú, tan absorta y ajena a nuestra
presencia, que evocaba a los antiguos faunos de la mitología griega...
Volver a la realidad fue difícil, sabiendo que debíamos enfrentar nuevamente
el mundo civilizado.
Fuente fotos: https://www.ecoviladamatabahia.com.br/
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