Mi primera vez:
Me quité la ropa y los prejuicios para pasar un día en un
camping nudista
Para mí, una mujer milennial que intenta no juzgar
su cuerpo, sigo siendo incapaz de hacer topless si hay algún miembro de mi
familia o algún hombre a quien yo conozca y que no sea mi pareja.
Un día pensé que si tanta gente lo hace quería
saber qué es. Y me fui a buscarlo, esta vez completamente desnuda, a un
camping nudista.
Después de conducir hora y media desde Barcelona
con mi pareja llegamos a El Templo del Sol, en España, donde su director nos
esperaba en la entrada para darnos la bienvenida y, para mi alivio, vestido.
. Allí todos los empleados llevan ropa para evitar malentendidos.
...Aproximadamente 2.000 personas llenan este
complejo, creado hace 25 años por una pareja francesa enamorada del
naturismo y pasan el verano haciendo barbacoas, bañándose en su piscina
panorámica y montando en bici.
Nos informaron que a todo el que viene por primera
vez se le exige el carnet de naturista. Si no lo tiene, no se le dará
alojamiento. Se trata de una medida de prevención contra los mirones
_una plaga que y que es casi imposible de eliminar_ lo que es una forma de
darle confianza a las familias que se alojan allí y de tenerlo todo
controlado.
Llegó la hora de quitarse la ropa y los
prejuicios. La gente nos miraba porque no nos conocían, aunque íbamos
desnudos, o tal vez porque nos vieron observarlo todo con demasiada
insistencia. Fue curioso descubrir que, aunque todo el mundo se desnuda, es
solamente en la piscina donde se exige estar desnudo. Su lema es “estar
desnudo, si yo quiero, pero siempre en el respeto a los demás”.
Para acostumbrarnos nos dirigimos a la playa
adyacente, El Torn, en busca jóvenes que nos dieran su visión del asunto...
Vimos un grupo de chicas hablando en la orilla y decidí acercarme. Se
conocieron hace pocos días en esa misma playa y parece que ya fueran amigas
de toda la vida… “Cuando estás desnudo delante de otra gente dejas de
tener un estatus social o a cualquier otra etiqueta. Las chicas me confirman
que les es muy fácil conocer gente allí pero que no por eso es más fácil
ligar.” “Aquí se relaciona con la gente de lo mismo que en una playa normal,
pero la gente es mucho más respetuosa y nadie está examinando tu cuerpo”,
asegura Natalia, que se aloja desde hace 15 años en el camping… “No hay
problema si no quieres hablar o simplemente decir ‘no’, porque nadie se
ofende”, me explica Alba, una de las chicas que ha crecido en una
familia nudista del pueblo vecino.
“El naturismo nos iguala a todos, desvincula la
desnudez del sexo y ayuda a los niños que crecen veraneando en este tipo de
sitios a entender que sus cuerpos no tienen nada de malo y que, por tanto,
de lo que haya que avergonzarse o esconder”.
“Mis padres ya iban al Portus antes de que yo
naciera…Así que para mí siempre ha sido muy normal ver los genitales de mis
padres, de hecho, no comprendí que no era algo que le pasara a todo el mundo
hasta que, de niña, me preguntaron varias veces ‘¿pero tú has visto a tus
padres desnudos?’. Y yo contestaba: ‘pues claro, ¿tú no?’ “, me
cuenta Ana.
Y es que, según dicen los expertos, en el nudismo
no existen los defectos físicos, sino que cada cuerpo es distinto a otro. Ni
mejor, ni peor.
Sin embargo, mientras paseamos por la playa, no
podíamos todavía evitar sentirnos cohibidos, aunque, eso sí, mucho menos que
en el camping. Tal vez por poder meterse en el agua y ocultar la desnudez
Mientras nadamos desnudos (la experiencia más
liberadora y placentera del mundo,) y tomamos el sol rodeados de parejas y
grupos de amigos cuya media de edad rondaba los 50, pensaba que es normal
sentir rechazo cuando se acerca un desconocido, pero eso es porque nos
criamos con la concepción de ‘textil’.
Cuando nos fuimos la ropa nos hacía sentir
extraños y al volver a casa me di cuenta de que ese lugar no solo es un
paraíso solo por el hecho de conservarse salvaje. Lo que lo hace tan
especial es que uno siente que no está siendo juzgado por nadie.
No sé si la solución a todos nuestros problemas de
autoestima sería pasar una temporada en un camping naturista (aunque yo sí
lo recomiendo). Lo que sí sé seguro es que, desde que hemos vuelto, no ha
pasado una noche en la que mi pareja no duerma desnudo. Yo, de momento, me
he pasado al topless.
Noelia R. Ruano .8 agosto, 2017
Texto resumido por razones de espacio.
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http://www.codigonuevo.com/pase-un-dia-en-un-camping-naturista/ |