Visita a un Pueblo Nudista: Charco del Palo

Por Francisco Ortiz

Situada al noreste de la isla Lanzarote, (España), Charco del Palo es un pueblo/ /villa vacacional creado por un emprendedor alemán. Poca gente vive establemente ahí, la mayoría de las casas se alquilan y suelen estar habitadas por turistas que escapan de las grandes presiones de las ciudades y se toman unos días de “descanso natural y de desconexión total”.

Llegué al pueblo, di unas vueltas con el auto para ver cómo era, y en 2 minutos ya le había dado como 3 vueltas. Estacioné el auto y bajé con el traje de baño puesto porque todavía no estaba seguro de cómo funcionaban las reglas del lugar y no quería pasar un mal momento. Estacioné en la calle y fui caminando hasta la costa, donde había a una suerte de piletas naturales

En el camino me crucé a un hombre totalmente desnudo que iba caminando por la costa de acantilados. Lo saludé con un movimiento de cabeza y seguí caminando A lo lejos alcancé a divisar las piletas, y llegué a ver que había varios cuerpos tirados tomando sol en pelotas.

Busqué un lugar que no estuviera muy cerca de alguien, extendí la toalla en la arena, dejé la mochila, me saqué el traje de baño y me acosté a tomar sol “al natural”.

Cada uno estaba en su mundo, tomando sol o en la pileta natural, tranquilo, sin molestar a nadie. Estuve un rato ahí, hasta que empecé a sentir el calor … Entonces decidí meterme al agua.

Había muy poca gente (menos de 10 personas) y como siempre, la mayoría +60. Casi todos estaban tomando sol, y cada tanto se metían al agua. Muy tranquilo, muy pacífico todo. Una tranquilidad que no había en otras playas de la isla.

No entendía por qué habían arruinado todo el ambiente natural con una baranda de metal en la entrada de la pileta. Hasta que me tocó entrar. Pensé, “esto es para los ancianos”. Y después del segundo paso en el agua casi vuelo por los aires. Todo el piso de la pileta tenía algas, era híper resbaloso. …Me patiné, di una vuelta 180° y de suerte alcancé a sujetarme de la baranda para no caer al agua. El único señor que estaba en la pileta en ese momento se mató de la risa (aunque creo que la contuvo bastante). No dijo nada, pero viendo su cara, interpreté que me estaba diciendo que para algo estaba la baranda, que mejor agarrarme fuerte hasta estar más adentro, sino me iba a volver a patinar.

Nadé un poco y exploré los alrededores de la pileta. Cuando venía una ola fuerte o subía la marea un poco, entraba más agua, por lo que no era agua estancada. Es más, en la pileta me llevé la sorpresa de que había peces, algunos medios grandes, como de 15 cm (estoy hablando de los peces, eh).

Finalmente junté mis cosas y salí a caminar por la costa. Ojotas puestas, mochila en la espalda, lentes de sol, y nada más…. De nuevo me crucé con varios hombres solos caminando, y una que otra pareja. Todos +60, o +70 mejor dicho. Con una apertura mental notable para su edad. …Por qué será que los ancianos, que se suponen más conservadores, son los más habituales en este tipo de lugares? Los jóvenes no se animan?

Cada vez que me cruzaba con alguien lo saludaba con un cabeceo y una sonrisa amable, y siempre recibía la misma respuesta. Quería tratar de ser uno más, y respetar al máximo sus “reglas”. No estuve mucho tiempo, pero me hubiera gustado charlar más con la gente de ahí.

Finalmente me puse el traje de baño y fui a buscar algo para comer. No había nadie en la calle, Casi que no había negocios y los pocos que me crucé estaban cerrados. …Hasta que encontré un bar…El chico que estaba trabajando ahí también estaba vestido No se suponía que todo el pueblo era nudista? – fue lo primero que le pregunté con un poco de vergüenza. El dialogo, resumido, fue el siguiente

Cuando le pregunte cómo funcionaba el tema del desnudo me respondió – Acá es todo libre. La gente anda desnuda por todos lados…” _

_ "Entonces, por qué vos estás vestido?

–…porque no soy de acá, sólo vengo a trabajar. – ¡Ah! Ok, ¡gracias! Tenés algo para comer?

Desde la cocina me dijo que por la hora solo me podía hacer era un sándwich de jamón serrano y queso de cabra de la isla.

Y, mientras esperaba el bocadillo vi pasar tres personas caminando desnudos por la vereda Aproveché, y le hice varias preguntas más del pueblo al chico del bar como para aprender un poco más del lugar… Finalmente comí el exquisito sándwich, agradecí de nuevo, y volví al auto….

 

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