Crónicas de Viajero Nudista

Tambaba - Brasil

En febrero de este año, con mi marido, decidimos conocer una playa del Norte de Brasil de la que tanto me habían hablado; se trata de Tambaba en el municipio de Conde, Parabaiba, Brasil.

Tomamos un avión hasta Joao Pessoa, Municipio de Conde y allí alquilamos un auto. Luego de media hora de tránsito intenso llegamos por fin al Jacumá, un pequeño y humilde pueblito cuyo centro consta de varias manzanas y sólo una principal, donde están ubicados la mayor parte de los negocios. De allí, unos kilómetros más y llegamos a destino.

En general, no existen posadas nudistas cercanas a la playa Tambaba. La única, ubicada poco antes de esa playa no es recomendable para quienes busquen nudismo familiar y respeto por la ética naturista.

Habíamos reservado por internet una posada ubicada en zona muy tranquila, con salida directa a la ruta principal y a unos 10 minutos en auto. Hasta la playa llamada Bem-Te-Vi.

Finalmente, ya acomodados, nos dirigimos a la playa Tambaba con el coche. La playa es muy bonita con unas 6 cuadras de extensión, parte textil y parte nudista… Pero nos asustamos al llegar!! Antes de entrar nos topamos con una feria de puestos, quioscos, artesanías, comida, etc. Un mundo de gente!

Al ingresar a la playa, después de caminar unas cuadras, por la playa textil (también atiborrada de gente) apareció una escalera que conduce a la parte nudista. Un cartel anuncia “NUDISMO OBLIGATORIO!” Esas cosas que tiene Brasil… Los humanos vestidos y los hombres solos, son mal vistos.

Subiendo la escalera se llega a un recodo donde es obligatorio desnudarse y, había un guardia controlando al que esto se cumpliera al final de la Escalera.

Al llegar repentinamente apareció un Paraíso!!! Hermosa playa, ancha y muy larga, con oleaje ideal para barrenar, ¡el agua muy cálida … Mejor imposible! Caminando unas dos cuadras más apareció. una posada naturista, La posada es la Tambaba Nua. Alojarse allí tiene sus ventajas, porque permite andar desnudo todo el día. Pero la contra es que también es difícil salir de noche porque esta oscuro, bastante alejada de la salida y no hay modo de estacionar allí.

Pero tiene una ventaja: aunque uno no se aloje allí, tienen quinchos con mesas donde se puede pasar todo el tiempo si se consume. Tiene baño y es la parte más concurrida de esta larga playa Entiendo que también alquilan sombrillas. Pero como almorzábamos allí todos los días tuvimos sombra asegurada todo el tiempo, Y el almuerzo era muy apetecible, sobre todo mariscos y buenas ensaladas.

La playa es muy segura, al menos de día, porque la administra SONATA, la Sociedad Naturista de Tambaba, y unas señoritas uniformadas recorren de un lado a otro controlando el cumplimiento de la ética naturistas.

Al final de la playa, a unos 200 m pasando la posada, se llega a un lugar algo escondido con grandes piedras que parecen extrañas esculturas de la naturaleza y que forman pozas de agua muy cálida. Es allí donde va la gente que no desea aventurarse en las grandes olas. Pasando esa zona hay grandes rocas imposibles de sortear.

Por la tarde, y luego de volver a la posada y descansar un rato, íbamos a cenar al pueblo de Jacumá que, como ya dije, es muy chico y en general la comida no es gran cosa. Pero después de probar en varios restaurantes, para nuestra sorpresa, hallamos uno cuyo dueño es de nacionalidad suizo- italiana donde terminamos cenando todos los días. Tiziano, (el propietario) se hizo muy amigo especialmente de mi marido que habla italiano. La comida es exquisita y allí encontramos muchos argentinos. Hacen platos italianos y muy buena pizza. Les paso el contacto por si quieren conocerlo (Pizzería Trattoria Casa Rustica, Jacumã, Conde).

Una noche fuimos a Conde. Es una ciudad bastante grande, pero después de la paz en que vivíamos nos pareció muy ruidosa. Comimos un asado llamado Espeto y volvimos para seguir disfrutando del silencio.

Para terminar, destaco que la foto típica de esa playa es… Un árbol creciendo sobre una alta roca! Todos nos preguntamos cómo pudo crecer allí!

Si van por allí, seguramente nos cruzaremos!

Saludos

José y Valentina M.
Rosario. Santa Fe
Argentina

 

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