Situada al norte de Alemania y unida al
continente por el dique de Hindenburg, este pequeño pedazo de tierra
sorprende por su exuberante naturaleza y su atmósfera sofisticada. Se trata
de una pequeña isla, de apenas 100 kilómetros cuadrados de superficie, que
fascina al turista por su naturaleza y la forma de sus paisajes.
Antiguamente las islas estuvieron
unidas al continente, pero el mar acabó por separarlas de la costa. Aunque
pequeña, Sylt es la mayor de ellas, con 38 kilómetros de longitud.
Nudismo en Buhne16
Si bien el nudismo estuvo presente en
la Isla desde principios de 1900 fue a partir de los años sesenta en que
Sylt se hizo famosa por ser el lugar elegido de Brigitte Bardot para pasar
vacaciones. Desde entonces es el rincón preferido del jet set alemán y
especialmente la playa "Buhne 16" al norte de Kampen.
La cultura nudista se ha convertido
desde hace tiempo en algo natural en Kampen. Todo el mundo es bienvenido
incluso los textiles.
Para llegar al famoso pub que dio
origen al nombre de la playa "Buhne 16", 10 minutos. Atravesando las dunas
de la reserva por una pasarela de madera. Es precisamente este paisaje el
que hace a Sylt tan especial. Se pueden comer pizza y pescado fresco del Mar
del Norte, así como las tradicionales salchichas Currywurst.
En temporada alta hay principalmente
muchas familias y se celebran fiestas y algunos eventos que reavivan el
ambiente.
Qué hacer?
La primera recomendación es recorrer la isla en bicicleta lo que resulta muy
cómodo debido a las cortas distancias y a las pequeñas cuestas. Esta es la
mejor manera de poder apreciar numerosas marisma, dunas y playas que invitan
a explorar su mundo animal y vegetal. Hay también un sinfín de actividades,
como la navegación, y también surf, golf, equitación, pesca, tenis,
paracaidismo y otras actividades deportivas.
El paisaje es uno de los grandes
atractivos en Sylt. El punto clave de la isla es Westerland,
estación terminal del ferrocarril que une Sylt con el continente.
En el puerto de Lister se
pueden observar casas de madera al estilo escandinavo. Numerosas tiendas
pequeñas lo invitan a detenerse en el "antiguo salón de barricas" y en los
restaurantes y cafeterías del puerto puede ver salir los barcos. También se
recomienda una caminata en el muelle. Un punto destacado en cada año es el
Lister Hafenfest, que culmina en una exhibición de fuegos
artificiales brillantes después de un variado programa de apoyo y mucha
música.
Según opiniones conviene alojarse en
Keitum y desde allí, organizar las escapadas a la playa. Keitum
es un frondoso pueblo con antiguas casa de estilo Frisio. Tiene una
encantadora iglesia del siglo XII desde el que obtienen maravillosas vistas
de los alrededores.
Otra parada obligada es Kampen,
el elegante complejo turístico famoso por sus acantilados rojos –el Rote
Kliff– de 30 metros de altura.
Pasado Kampen, cerca del extremo
Norte de la isla, se encuentra la comunidad más septentrional del país,
List. Las ostras de List son una verdadera delicia. Otro
lugar donde probar este manjar es justo en el polo opuesto de la isla,
Hörnum, que además tiene el faro más bello de Sylt.
Cómo llegar?
Hay que volar hasta Hamburgo. Desde allí un tren con destino
a Westerland y Keitum.
Dónde alojarse?
Por la página oficial de Sykt se pueden reservar casas,
apartamentos, búngalos, hoteles en cualquier lugar de la Isla (www.sylt.de).
Dónde Comer?
Hay varios restaurantes dispersos por las pequeñas localidades de la isla.
Fuentes consultadas:
www.buhne16.de/
www.dw.com/es
www.sylt.de
www.germany.travel
jordi@jordillorens.com