Prejuicios Sociales sobre el Desnudo

Uno de los prejuicios más difíciles de superar es la identificación del desnudo con la actividad sexual, la lujuria y el desenfreno en las relaciones sociales. Para mostrar a la sociedad el verdadero sentido del nudismo debemos encontrar los argumentos que lo fundamentan y ante todo analizar el origen de éste prejuicio desde la prehistoria hasta nuestros días.

El hombre prehistórico vivía desnudo y se cubría con pieles y tejidos para protegerse de las condiciones climáticas y de agresiones del medio en que habitaba (ramas, piedras, etc.) Posteriormente la ropa pasó a constituir una forma de diferenciación de status social y económico.

En los orígenes de la historia y en el antiguo Egipto la desnudez fue tolerada. En Grecia se consideraba al cuerpo un atributo de perfección humana, siendo el desnudo la máxima expresión del arte. El deporte se practicaba sin ropa y en las obras de arte el cuerpo era representado con total naturalidad y realismo.

En Roma tanto el desnudo como el sexo eran socialmente aceptados y en algunas obras de arte, incluso se identificaban. Ello explicaría, supuestamente, la posterior censura por parte de la Iglesia, al arrepentirse de la vida de pecado que llevaban.

Fue recién en la Edad Media y, especialmente por el poder de la Iglesia, en que se comenzó a identificar el cuerpo desnudo con el sexo y la lujuria. La vista del cuerpo al natural era considerada una tentación del Demonio, relacionándose con el pecado original según sus creencias, sobre el origen de la humanidad, en que Adán y Eva sintieron vergüenza de sus cuerpos desnudos.

A partir de esa etapa la desnudez se transformó en sinónimo de pecado, lujuria y procacidad, lo que se evidencia en el ocultamiento del cuerpo y de las formas naturales en las representaciones de arte, así como su condena en tiempos de la Inquisición.

Este concepto persistió durante muchos siglos, con algunas excepciones durante el Renacimiento, en que se volvió a la naturalidad y desnudez propia de las obras griegas.

Pero fue recién a partir de los inicios de 1900 en que se volvió a aceptar el desnudo con naturalidad y no asociado con el sexo o el erotismo.

Este movimiento tuvo origen en Alemania a través de la Cultura de los Cuerpos Libres, (KJ) siendo adoptado como una fuente de salud y desintoxicación. La FKK pronto se extendió por toda Europa llegando hasta nuestros días mediante una constante lucha por su aceptación social.

Si bien es todavía combatido por los sectores más radicales de la sociedad, existe una tendencia a considerar que el desnudo, en sí mismo, no es censurable siempre que no tenga connotaciones sexuales, y no sea utilizado con fines comerciales, conforme lo declaró el Papa Juan Pablo II.

Así es el caso de la desnudez de muchas tribus de aborígenes que aún existen en algunas partes del mundo derivadas de costumbres ancestrales y no asociadas a la sexualidad.

Con lo dicho se concluye que el origen de la vergüenza al cuerpo desnudo es de carácter religioso, cultural y político. Y éste es, precisamente, el prejuicio que se debe combatir esgrimiendo argumentos válidos para lograr que el desnudarse sea reconocido como un derecho fundamental y nos atañe a todos quienes a quienes vivimos este estilo de vida.

Fuente: Foro Clanud – Ponecia Argentina.

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Abril 2020

 

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