CARTA DE LECTORES
Señores editores de Revista Nudelot
Veo muchos nudistas que no tienen problema en comentar a todos que lo
son. Sin embargo, aunque me gustaría poder hacerlo, no me animo porque temo
me prejuzguen y piensen que soy un pervertido ¿Qué puedo hacer al respecto?
Atentamente
Juan Rosales
Quilmes - Buenos Aires
NUDELOT RESPONDE
Estimado Juan,
Respondiendo a tu consulta:
Que eres nudista, no es necesariamente la primera cosa que uno comenta
sobre sí mismo de la misma manera que nadie comenta la religión que profesa
si no se lo preguntan.
Es muy habitual que la gente que no conoce este tema lo relacione con el
sexo o el exhibicionismo. Cuando uno llega a conocer bien a las personas,
tal vez sea el momento más oportuno de blanquear la situación, pero para
ello es conveniente tomar en cuenta los siguientes factores.
- Ante todo, y primero que nada, de la seguridad en ti mismo estando
convencido que no realizas nada ilegal, incorrecto o inmoral, ni que
tienes por qué avergonzarte
- Grado de amplitud mental de los interlocutores
- Tipo de relación que tienes con ellos ya que no es lo mismo un
amigo, que un conocido o que una persona que te acaban de presentar.
- Ambiente en el que te encuentras: colegios, trabajo, etc.
- Riesgos que corres al comentarlo (ej. Perder el trabajo)
Los niños, aún los criados como nudistas, saben perfectamente que no es
conveniente contarlo en el colegio porque pueden ser juzgados por maestros,
padres y alumnos. Ellos entienden bien cuál es el momento oportuno, el lugar
y las personas a quien se les puede decir.
De la misma manera los adultos lo sabemos por intuición. Por eso sólo tú
mismo puedes evaluar el momento oportuno para decirlo.
Lo que si es importante que cuando lo dices y si es que se da la
oportunidad, expliques a la gente claramente de que se trata el nudismo y la
ética naturista. Y para ello recomendamos buscar de antemano los argumentos
que vas a utilizar en forma clara y sencilla.
De lo dicho nuestra respuesta es que sólo tú puedes saber cuándo, dónde y
con quién comentarlo. Y aun así correr el riesgo que seas prejuzgado.
Cordiales saludos,
Revista Nudelot
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