Personajes de nudelot
Indira, la Princesa de Nudelot
El corazón de la infanta Inocencia, la hermana menor de Floreyna,
latió a mil galopes cuando recibió la misiva amorosa del poeta Argodemus
Amorosus que fue el poeta más brillante en la temática amorosa. Sus
metáforas eran exquisitas. Las parejas se redimían cuando encontraban su
propio nido, entre sus versos.
“Amor, me enfrento esposado a los miedos cual peligroso reo.
Camino descalzo como la locura sobre el ardiente viario. Nada queda del
néctar que brota del destino de la piel. Respiro tu aroma para
sostenerme de pie.
Es inquebrantable el insomnio de la soledad que respiro. Es como
romper los caminos del destino por necedad. No sé qué sucede cuando me
embrujo con tus ojos. Es como ir y regresar de las comisuras de una
absurda lejanía.
Quiero que seas la claridad fondeada de las semillas. La sequía de
la espiga que me transforma el corazón. El agua que se apodera de tu
cuerpo y de tu alma, para perder la forma y la razón con los gritos de
tus cariños”.
La infanta Inocencia era consciente de los peligros que corría su
corazón, al depender de la voluntad del corazón de su amad poeta y de
las danzas de esas armoniosas bailarinas, silenciosas como las
tentaciones, ligeras como el aleteo del colibrí o los pasos de las
sombras. El corazón confundido de la infortunada Inocencia buscaba
,desesperado, respuestas en el Códice del Amor.
El amor es irracional, demencialmente absurdo, ilógico como para
desangrar un corazón o rescatar del infierno a los más miserables.
Cuando un corazón se desangra, en medio de esa agonía, siempre se
escribirán los versos más bellos y sentidos.
Héctor Cediel Guzmán
Bogotá, D.C. Colombia
hectorcediel@gmail.com
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