Playa Chihuahua, Uruguay
60 aniversario
Por María Nölmann
Desinhibido, el balneario naturista emblemático de Uruguay sigue
vigente: el boom inmobiliario, la llegada del turismo internacional y su
historia contada por sus principales protagonistas.
Cuando el hotelero uruguayo Ricardo Rodal (61) y su esposa argentina,
Marcela Medina (58), dueños El Refugio, se instalaron en Chihuahua, el
balneario no era más que un par de chalets familiares sobre calles de
tierra, que desembocaban en una playa extensa y poco conocida, donde algunos
turistas acostumbraban a hacer nudismo en verano. Era 2001. El matrimonio,
que solía vivir en el microcentro porteño y se dedicaba a la venta y
comercialización de productos naturistas, decidió vender todo lo que tenía
para aventurarse en un proyecto que sus mismos conocidos y familiares
consideraban una “idea loca”: construir el primer hotel naturista –nudista–
de la costa uruguaya.
En ese entonces, la playa era muy distinta. Parecía más extensa, porque
todavía no había carteles que delimitaran sus fronteras La playa fue
declarada naturista de manera oficial por la intendencia de Maldonado en el
2000. Pero ya hacía 40 años, desde la década del 60, que algunas personas
frecuentaban este lugar, en ese entonces aislado y desconocido, para poder
desnudarse sin caer en la censura policial y el repudio social.
Fue recién entre 2004 y 2010 que la playa llegó a tener el éxito rotundo con
el que se la reconoce hoy, destacan desde la intendencia. Muchos turistas
empezaron a comprar y a construirse casas en las calles próximas. Y, a la
par, empezaron a erigirse hoteles, cada vez más, hasta llegar a los nueve
que hay hoy.
Junto con el auge del turismo nudista, llegaron, también, los problemas.
Venían a decirnos: ‘No pueden hacer esto acá’, llamaban a la policía.
Hanglin, que conoce más de seis playas nudistas de diferentes partes del
mundo, define a Chihuahua como una playa “ejemplar”. “Es especial porque
es sencilla, sin vueltas. Chihuahua es bien uruguaya: es poco ostentosa,
poco manda parte y educada, tranquila”.
El perfil de las personas que van a Chihuahua es muy variado. Hay desde
familias con hijos chicos, hasta jóvenes con amigos o adultos mayores El
nudismo es opcional en la playa, al igual que en su hotel. La presencia de
nuevas generaciones llena de esperanza a la industria del lugar. También lo
hace la presencia de uruguayos.
En Chihuahua reciben muchos argentinos y turistas europeos. Según Molina,
existe la posibilidad de que en los próximos años la zona avance hacia un
nudismo más integral, como sucede en otros balnearios del mundo, donde las
personas puedan circular sin ropa por la calle.
Fuente: La Nación.
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