Nudismo y Juventud
Hace mucho tiempo que venimos viendo como la media de edad en las
asociaciones nudistas es cada vez más alta en las playas, campings o eventos
nudistas programados, donde se nota cada vez más la ausencia de juventud.
Las familias suelen hacer participar a sus hijos pequeños de su estilo de
vida nudista, y es verdad que se ven niños correteando desnudos en las
playas.
Pero esto dura poco, y una vez que llegan a la adolescencia va menguando su
presencia sin bañador. Siguen acudiendo con sus padres unos años más, pero
es clara la tendencia a no querer desnudarse.
Conozco casos muy cercanos de amigos que, habiendo educado a sus hijos en la
filosofía del nudismo, caen en la realidad que, una vez alcanzada una
determinada y muy temprana edad, estos mismos niños deciden que ya en
adelante usarán bañador.
La presión social es muy alta en este aspecto. Es verdad que la juventud da
mucha importancia a lo que entre sus amigos o compañeros se estile, unido a
la rebeldía propia de la edad y se entiende que quieran llevar la contraria
a lo que proponen sus padres.
Pero en este caso, pasada esa edad de rebeldía deberían ya valorar por ellos
mismos y no dejarse llevar por lo que diga el grupo. Pero no es así.
Si a esta presión mediática cercana le sumamos la tendencia en los últimos
años a dejarse llevar por lo que opinen gentes que ni conocen, y que manejan
los gustos de las masas a través de las redes sociales, es muy difícil,
estando en minoría, luchar contra tremenda manipulación.
El culto al cuerpo es otra de las barreras que pone la sociedad en la que
vivimos, la fantasía de que únicamente los cuerpos perfectos pueden
desnudarse y mostrarse no deja lugar a que los cuerpos normales, los de
cualquier ciudadano de a pie con sus diferencias y peculiaridades puedan
quitarse el disfraz de la ropa.
Y yo me pregunto, no sólo cuál es la manera entonces de atraer a la gente
joven a la implicación que representa el asociarse y comprometerse con esta
causa, sino también a disfrutar del nudismo, al simple hecho de quitarse el
bañador y con él, los tabúes y prejuicios.
Si estamos viendo que en una temprana adolescencia renuncian al placer de
estar desnudos, habiéndolo vivido en sus familias ¿Qué debemos ofrecer a
esos niños para que se sientan cómodos sin ropa?
Y ya de jóvenes adultos ¿Cuál sería el camino que debemos seguir para que
ellos quieran ser parte de este estilo de vida?
Desde luego estamos deseando que esto no se quede sólo en grupos de mayores
y de niños pequeños que acompañan a sus padres, necesitamos juventud que
aporte sangre nueva, vitalidad y nuevas ideas. Quizá podamos volver a ver a
grupos de jóvenes disfrutando de la desnudez y el nudismo social.
Quique (fuente desconocida. Remitida por un lector) |