La compulsión mediática y oficial a utilizar lámparas de bajo consumo no viene acompañada de los recaudos a tomar en el manejo de las mismas. El riesgo tóxico que no se anuncia y que no se enseña a manejar
Por Monica Forte - martes 17 de junio de 2008.

En los últimos tiempos los medios de difusión y las autoridades estimulan a creer que usar lámparas de bajo consumo salvarán energéticamente al mundo. La destrucción pública de bombitas incandescentes por parte de Greenpeace en el centro de Buenos Aires parece anunciar el fin de una era para dar lugar al reino del bajo consumo. Sin embargo, esto no viene acompañado de una información clara y responsable acerca de qué producto se está promoviendo compulsivamente.

No existe difusión masiva de las supuestas ventajas de utilizarlas ni de las ocultas desventajas de hacerlo. A nivel ventaja, el usuario d eber ía saber qué cantidad de lumens (unidad de iluminación), se obtiene por cada watt de energía gastado. Como ejemplo comparativo, una bombita incandescente de 100 watts puede producir entre 1000 y 1200 lumens, un tubo fluorescente de 40w puede dar unos 1000 a 1200 lumens y una lámpara de bajo consumo de 23w puede entregar de 1000 a 1300 lumens.

Pero ¿basta con poner luces de bajo consumo para ahorrar? No, si no se sabe cómo utilizarlas correctamente. Todas las fluorescentes compactas, de buena calidad, traen especificadas en su caja el nivel de eficiencia, la equivalencia en watt respecto de una incandescente, además del color y calidad de luz que otorga.

Muchos fabricantes para facilitar esa tarea identifican las cajas con colores. Así las amarillas indican que la luz es cálida y las azules, que es fría o blanca. La distribución cromática de las lámparas, algo que la gente no conoce, sirve para adecuarse a las necesidades de cada ambiente. Si se cree que la luz fría ilumina más y se las pone en una cocina puede ser que al cortar carne, por ejemplo, se la vea como si estuviera en mal estado porque la luz inadecuada genera un color inesperado.

 

Para el hogar, las recomendadas son las lámparas cálidas, que dan un color similar al de la luz de una incandescente, a la que se está más acostumbrado y además es más relajante.

Otra clave del ahorro es no instalar este tipo de lámparas en todos los ambientes, sino donde hay luz encendida en forma permanente por algunas horas, de lo contrario su vida útil se acorta considerablemente. Esto tiene que ver con el fenómeno físico que genera la luz en estos dispositivos: la descarga eléctrica en el interior de la lámpara energiza el gas con que están rellenas, (en este caso vapor de mercurio), que comienza a descargarse de energía emitiendo luz, después de cierto tiempo de comenzado el proceso.

¿Cuáles son las desventajas? Que el mercurio es tóxico. Greenpeace no podría haber aplastado bombillas de bajo consumo en la vía pública sin contaminar la ciudad. La Agencia de Protección del Ambiente de Estados Unidos recomienda la implementación de sistemas de recolección y descarte de las LFC allí donde se promuevan y vendan.

Los aproximadamente 5 miligramos de mercurio presentes en las LFC constituyen una cantidad pequeña, quizás no comparable con los 500 miligramos de los termómetros de mercurio, los cuales tendrán prohibida su fabricación en España, a partir de este año 2008. Sin embargo no puede menospreciarse su impacto ambiental cuando esa pequeña cifra deba multiplicarse por los millones de bombillas que serán instaladas y que naturalmente se agotarán o romperán y d eber án ser descartadas.

Dejando a las autoridades responsables el arbitrar los medios para que esa contaminación no se produzca, se pueden tomar precauciones domésticas para evitar el envenenamiento por el uso de estos dispositivos. Lo mismo vale para los tubos fluorescentes, los abuelos de las LFC, presentes en miles de oficinas desde hace años que se descartan como si se tratara de tubos de vidrio y no como materiales peligrosos.

Maneje las LFC con cuidado al sacarlas de la caja e instalarlas, hágalo siempre tomándolas de la base, nunca de las partes de vidrio. Atornille en el portalámpara de la misma forma, delicadamente y sin forzar.

RECOMENDACIONES DE
LA AGENCIA DE PROTECCIÓN AMBIENTAL DE ESTADOS UNIDOS con respecto a estos dispositivos

SI SE ROMPEN
1. Abrir una ventana y abandonar la pieza por al menos 15 minutos.
2. Reúna y recoja fragmentos de vidrio, polvo y restos de mercurio con un cartón o cartulina rígida, y deposítelos en una bolsa de plástico, gruesa, protegida con papel o cartón para evitar que los vidrios la rompan. Para esto use guantes de goma desechables si tiene u otra bolsa plástica a manera de guante, no use sus manos sin protección.
3. Limpie el área con toallas desechables de papel mojado y póngalas en la bolsa plástica.
4. Puede utilizar también un gotero para recoger las gotas de mercurio. Las gotas y el gotero deben ser descartados en la bolsa.
5. Use cinta de embalaje para recoger y envolver los vidrios rotos y evitar que rompan la bolsa.
6. Ponga todo el material de limpieza y los restos recogidos en una segunda bolsa de plástico grueso. Selle la bolsa y márquela con con la leyenda: SUSTANCIA PELIGROSA: CONTIENE MERCURIO Y VIDRIO.
7. Si puede lleve esta bolsa a un depósito para Sustancias Peligrosas, sino póngalas fuera de su casa para la recolección de basura normal.
8. Lave sus manos prolijamente con agua y jabón, luego de recoger y deshacerse de la bolsa.

Si la LFC se rompe sobre una alfombra: Siga los pasos anteriores, y utilice papel engomado, tipo cinta de embalaje para recoger los trozos pequeños y el polvo en la alfombra, y envolver los vidrios.
Si de todas formas necesita aspirar, cambie o vacíe antes la bolsa de la aspiradora para asegurarse un aspirado eficiente. Luego de aspirar saque la bolsa y descártela en la bolsa plástica, luego limpie cuidadosamente la aspiradora con toallas de papel desechable , húmedas, que d eber á introducir en la bolsa de los desechos.
SI SE AGOTAN Y DEJAN DE FUNCIONAR
1. Deposítelos en una bolsa gruesa de plástico, protegida con papel o cartón para evitar que se rompa, si fuera posible dentro de sus cajas originales marcadas como "GASTADO". Ponga ésta dentro de otra bolsa igualmente resistente, séllela y etiquete con la leyenda: SUSTANCIA PELIGROSA: CONTIENE MERCURIO Y VIDRIO
2. Si puede lleve esta bolsa a un depósito para Sustancias Peligrosas, si no puede hacerlo póngalas fuera de su casa para la recolección de basura normal.

LO QUE NUNCA HAY QUE HACER EN UN DERRAME DE MERCURIO:

- No usar una aspiradora, pues se contaminará el aparato y esparcirá el mercurio por el aire. (La aspiradora tendría que eventualmente desecharse).
- Nunca use una escoba o escobillón para limpiar el mercurio, lo romperá en trozos más pequeños repartiéndolo hacia lugares donde será difícil recogerlo.
- No arrojar el mercurio por el desagüe. Puede alojarse en las cañerías y causar futuros problemas. Si llega al alcantarillado contaminará el pozo séptico, el río o la planta de tratamientos de aguas que recibe las descargas.
- No lave artículos contaminados con mercurio en la máquina lavadora, además de contaminarla, el mercurio pasará al alcantarillado.
- No caminar con zapatos contaminados con mercurio, los repartirán más todavía. La ropa contaminada también reparte el mercurio a su alrededor.

Síntomas de envenenamiento con mercurio:
- Temblores
- Cambios emocionales y de ánimo, nerviosismo, irritabilidad.
- Insomnio
- Debilidad muscular
- Dolor de cabeza


Fuente: http://www.catamarcaya.com/notas.php?id_nota=9064