Miércoles, 13 de agosto de 2008
Los integrantes de las iglesias evangélicas descubren que el naturismo también es una forma de comunión con Dios y van a la playa desnudos.
El catarinense Esteban gusta de orar desnudo para sentirse más próximo a la naturaleza. Ya fue expulsado de una iglesia.

Un paraíso ecológico, ninguna ropa y... la Sagrada Biblia. Puede parecer contradictorio, mas el naturismo también es cosa de creyentes. Eso mismo: en Rio, hasta los mismos pastores evangélicos se broncean como vinieron al mundo en las playas frecuentadas por nudistas.
Miembro de una tradicional iglesia evangélica desde hace siete años y naturista desde hace 15, el comerciante Carlos Moreira, 44 años, es uno de los que sostienen que no hay barreras entre la religión y el desnudo. “El pecado no está en el cuerpo desnudo, pero sí, en la malicia de las personas. Mi corazón es puro”, argumenta.

 

La comunión entre Dios y el nudismo le costó caro al arquitecto curitibano Esteban Prestes, 31 anos. Evangélico desde hace 14 anos y frecuentador de la Playa do Pinho (Santa Catarina) hace tres, él fue expulsado de la Iglesia del Evangelio Cuadrangular, de la cual fue profesor de la escuela dominical.
“Cuando mis costumbres fueron descubiertos, fui llamado por los pastores a una reunión. Hubo la lectura de acusación formal de comportamiento inmoral”, cuenta Esteban, que hoy es miembro de la Iglesia Presbiteriana. “No escondo que soy naturista, pero tampoco ando exhibiéndolo. Los que saben, me aceptan”, asegura.

Esteban gusta orar solo en la playa y leer la Biblia – desnudo, claro: “La vivencia naturista me aproxima a la espiritualidad. Tengo momentos de comunión  con la naturaleza, con Dios y con el  prójimo”, justifica.

Una pastora pentecostal también practica nudismo El  nudismo evangélico es una idea tan innovadora, que muchos prefieren el anonimato, como la líder de una institución pentecostal desde hace 15 años, Márcia,

(48 años), que cambió su nombre para no ser reconocida por sus fieles
La pastora se convirtió al naturismo hace tres años, después de visitar la Playa Olho de Boi, en Búzios. “Me quedé encantada con el respeto y la pureza. Ser naturista es estar en contacto pleno con el Señor”, asegura ella, que visita sitios de descanso y ya visitó la Playa do Abricó, en Río de Janeiro.

Márcia dice haber aprendido que el naturismo no tiene connotación sensual. “Vemos la desnudez con los ojos del espíritu, sin malicia”, enseña la pastora, que lamenta el preconcepto que enfrenta. “La iglesia evangélica está llena de dogmas y tabúes. Somos impedidos de ver el mundo como es. No podría abrir mis opiniones a los fieles. Causaríaa una gran rebelión”, calcula la pastora naturista.
Ella también comparte la palabra de Dios con amigos en reservas de nudismo. “Cierta vez, una hermana estaba con serios problemas y le pedí favores espirituales para ella allí mismo, en un sitio de convivencia naturista”, recuerda.

Para la gran mayoría de los pastores evangélicos, entretanto, la idea es inaceptable. “Eso es un escándalo. Es la falta de conocimiento de la Palabra. No tengo personas con esta conducta en mi iglesia. Aquí, no hay espacio”, avisa el pastor Manoel da Silva, de la Iglesia Bautista en Renovación Espiritual Nueva Jerusalén

Fuente:http://nudismotop10.blogspot.com/2008/08/como-ado-e-eva-no-paraso.html

Traducción del portugués. Walter Spotto